La cortesía
y cordialidad
son
fundamentales para que la convivencia con nuestro entorno funcione y es por eso
que muchos de nosotros(as) nos esforzamos en ser amables y educados(as). Sin
embargo, ya sea en el trabajo, la Universidad o en cualquier acontecimiento social,
no falta ese hombre o mujer que se jura ganador(a) y que asume que, porque le
saludaste, estás buscando una manera de insinuarte o coquetearle
indirectamente.
Estas personas
se caracterizan por sufrir de egolatría en exceso y van por la vida
interpretando cualquier gesto del sexo opuesto como una atracción hacia ellos o
ellas. Para evitar conflictos con estos especímenes, tenemos varias opciones.
Dependiendo de tu personalidad, puedes aplicar la que más te acomode.
Toma el
control de la situación y marca la cancha
Antes de que
el personaje tome el control de la situación y llegue al punto de hostigarte
constantemente, encárgate tú de asumir el rol del "más fuerte". Desde
un comienzo, cuando notes que te hace comentarios desubicados, te coquetea sin
tú buscarlo o hace bromas tontas con insinuaciones, déjale en claro que está
malinterpretando tus gestos y reacciones.
Mantener la
distancia
Si tu
personalidad es más abierta y no quieres enfrentar la situación de manera
directa, entonces debes optar por otro camino. Puedes tomar distancia de esa
persona y actuar fría con ella. Recuerda que cualquier sonrisa, chiste compartido,
mirada a los ojos e incluso un "gracias" pueden ser detonantes para
que invente en su cabeza cosas que no son. Si ser pesado(a) no es lo tuyo,
entonces sé lo más distante posible con ese tipo de personajes.
Demostrar
que te comportas así con todas las personas
Otra forma
menos directa de enfrentar la situación - y también más "amigable" -,
es demostrarle con hechos que tu personalidad es cercana y que la amabilidad la
compartes con quien se lo merezca. Procura actuar de igual forma con otros
colegas, amigos(as) o cercanos(as), no tengas ningún tipo de diferencia entre
él(ella) y el resto de las personas, encárgate de hacerle notar que ser cordial
y cercano(a) no tienen relación con el amor o el romance.
Si ya
intentaste por todos los medios posibles (directos e indirectos) de demostrarle
a esta persona que no estás interesado(a), pero sigue con su porfía, se pasa
rollos y llega al punto de hacerte sentir incómodo(a), entonces llegó la hora
de decir las cosas "sin filtro". No es necesario que ocupes palabras
groseras u ofensas, pero sí es importante que seas muy directo(a) respecto a lo
que te molesta. Explícale claramente que no tienes ningún tipo de interés
romántico o sentimental.
La simpatía,
la amabilidad y la cordialidad son atributos que no debemos olvidar. Sin
embargo, lo anterior no significa que por comportarnos de manera educada y
respetuosa el resto malinterprete nuestras intenciones. No tengas miedo de
manifestar lo que piensas y si es necesario, alza la voz para que nadie te
incomode con situaciones que tú no provocaste.