Calle de El Valle, 1938 |
En la década de 1980, el médico y político Eduardo Gallegos Mancera escribió para un libro llamado El Valle y sus cercanías sus recuerdos sobre El Valle que conoció y vivió en los primeros años del siglo XX:
“Nací en la Parroquia Candelaria, en el seno de una familia de raíz también caraqueña, la misma de Rómulo Gallegos. Pero mi infancia, mi adolescencia, mi juventud y madurez han estado muy ligadas a El Valle. Intentaré aclarar en cortas líneas las razones de esta relación tan estrecha. Mi tío por línea materna, el General Eduardo G. Mancera adquirió extensas propiedades que, de no haber fallecido en plena sazón aún, habría hecho de la suya una de las más sólidas fortunas del país. Las haciendas que poseía para los años veinte – Sosa, Santo Domingo y Coche – iban desde lo que es actualmente el Paseo de los Próceres hasta el Hipódromo. Abarcaron esos fundos, a las puertas del casco urbano, desde el Círculo Militar de ahora, saltando por Conejo Blanco donde tiene su asiento el Ministerio de la Defensa, la Escuela de Oficiales, el Fuerte Tiuna, hasta los Jardines y el Coche de esos tiempos, extendiéndose los tablones de caña de azúcar a lo largo que tiene sus fuentes en la actual cuenca de La Mariposa: